Hace ya unas semanas que se celebró en La Coruña el Congreso anual de AJE Confederación (Asociación Española de Jóvenes Empresarios). Durante dos días, más de 500 emprendedores debatieron sobre los asuntos de actualidad, compartieron experienciase hicieron negocios.
El presidente de AJE Confederación, Patricio Rodríguez-Carmona, afronta su penúltimo ejercicio ya que los estatutos marcan un límite de 40 años. Su trabajo deja, en cualquier caso, un buen poso porque "hemos conseguido ser valorados como el verdadero interlocutor de los diferentes gobiernos para hacer frente a unos problemas que son comunes a todos nuestros asociados".
En Galicia, Patricio Rodríguez-Carmona se destapó con un discurso inusual, políticamente incorrecto y bien estructurado. Sus palabras en el acto inaugural removieron en la silla al vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana.
Dice que ustedes, los emprendedores, no necesitan ayudas del Estado. ¿Van de farol?
Ni mucho menos. Lo que he querido decir –y no hay razón para que nadie se sienta ofendido- es que las administraciones deben esforzarse por ofrecer un marco de estabilidad. Las ayudas directas son un subsidio cortoplacista. Necesitamos vías de financiación, no subvenciones.
Se le ve muy reivindicativo…
Es que las administraciones tienen un deber contraído con los ciudadanos, un mandato, y no lo están cumpliendo, y no me refiero exclusivamente a un solo partido. Hay que exigirles que miren a largo plazo y que sean valientes para impulsar reformas. Mire, no es de recibo que en España haya más trabas administrativas para fundar una
empresa que en Burundi, Laos o Tanzania.
Para crecer hay que arriesgar. ¿Asumen riesgos nuestros jóvenes empresarios?
Esto ha cambiado mucho en los últimos años. En las universidades se detecta un mayor número de estudiantes dispuestos a montar su propio negocio. Son generaciones que manejan mejor otros idiomas y que viajan con frecuencia, pero sigo percibiendo en todos el miedo al fracaso. Los españoles somos creativos pero tenemos aversión a fracasar. Debe ser un gen propio. Y luego está el tema de la educación…
No se me escape. ¿Qué quiere decir con "educación"?
Hombre, que la ministra de Educación diga que nosotros tenemos la culpa del fracaso escolar porque exigimos poco a los que contratamos, pues es pura demagogia. Le puedo asegurar que tenemos problemas para contratar a personal cualificado. Ya está bien de mirar para otro lado, de no reconocer que las políticas educativas de los últimos 20 años han sido un fracaso.
Proponga algo.
No sería descabellado llegar a un pacto de Estado, una base sobre la que construir nuestro futuro. Hoy vale todo, no se valora el esfuerzo y no se enseña a competir. Los partidos centran todas sus fuerzas en hablar de Educación para la Ciudadanía y en las horas de castellano. ¿Quién se ocupa de todo lo demás? Es gracioso que se vaya diciendo por ahí que somos el Silicon Valley europeo…Será por el sol.
Para algo servirá tener un Ministerio de Ciencia e Innovación.
Pues mire, creo que es un acierto haber colocado ahí a Cristina Garmendia. Es una buena apuesta por la innovación, que es la clave, muy por encima de la investigación y el desarrollo. Nos jugamos en eso el futuro porque el ladrillo y la playa no bastan.
Quéjese un poco de la crisis.
No sirve de nada. Está claro que pone las cosas más difíciles, y que lo peor aún no ha llegado, pero las oportunidades siempre están al alcance de la mano. Hay que tener la idea y la posibilidad de desarrollarla. Con una estructura financiera saneada y la oferta de un servicio de calidad, una empresa sale adelante.
(Entrevista realizada por Jesús Fontela, La Gaceta)
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