MÁS DE 100 JÓVENES EMPRESARIOS DE ANDALUCIA BUSCARON NUEVAS VIAS DE NEGOCIO EN SOTOGRANDE

«Aquí habéis venido a hacer negocio», dijo José Cabrera, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Andalucía ayer, a primera hora de la mañana en el inicio del III encuentro empresarial que organiza el colectivo en la comunidad y que esta vez tomó como sede a la provincia de Cádiz y a Sotogrande.

A media mañana, y una vez cumplida la protocolaria inauguración por parte de las autoridades de la organización y de la Junta (a través de la delegada de Innovación, Angelines Ortiz, y el director gerente de la Fundación Red Andalucía Emprende, Francisco Álvaro) el centenar largo de nuevos emprendedores (ninguno supera los 40 años de edad) se puso manos al negocio. Con bastante más ahínco que en ocasiones anteriores. La crisis aprieta y había que vender algo o encontrar una nueva vía de aire a toda costa.El sistema se prestaba a los hallazgos.

La organización escogió a más de uncentenar de candidatos de entre el tejido empresarial joven de Andalucía (en los últimos días se ha rechazado a más de unos 50 por falta de cupo). «Una de las premisas es que nada de comerciales, porque si todos vienen a vender nadie puede comprar; con lo que tiene que asistir un empresario, que pueda comprar y vender por su cuenta», explica José Cabrera, el responsable autonómico de AJE. Tarjetas y teléfonos, a continuación, y en el proceso inicial de selección, se divide a los emprendedores por sectores y se preparan mesas con una decena de jóvenes de distinta actividad en cada una.

Llega el día, se dan las conferencias inaugurales y empieza el trabajo. Durante una media hora, cada uno explica a qué se dedica, ofrece lo mejor de sí, reparte tarjetas y folletos, intercambia teléfonos y luego escucha al siguiente. Terminado el tiempo, hay cambio de mesa y protagonistas y vuelta a empezar. Una y otra vez, hasta que al final del día casi todos han podido conocer lo mejor de casi todos. «De ahí que los encuentros sean siempre para unas 100 personas, porque a partir de esa cifra sería imposible avanzar», subraya el presidente de la AJE, quien espera poder ampliar a cuatro reuniones al año este tipo de iniciativas (hasta el momento ha sido anual).Cabrera es testigo directo de lo que suponen estos eventos. Hace dos años, en la primera edición celebrada en Sevilla, él participó como empresario de a pie «y de la primera mesa en la que me senté salieron dos de mis principales clientes hoy día».

En números redondos, la jornada de encuentros con sus pares se saldó con 200.000 euros de negocio. «Luego, se fue ampliando con el tiempo, pero no me puedo quejar de cómo me fue entonces», admite.Mientras recuerda aquello, decenas de emprendedores se van quedando sin tarjetas. «Lo siento, aunque toma mi teléfono», se oye en los corrillos.

En estos malos tiempos económicos, y además del mayor empeño que demuestran todos, una de las principales opciones de desarrollo (y una de las palabras más utilizadas, por lo tanto) es la cooperación.«La colaboración se ha convertido en un valor muy importante, sobre todo, cuando hablamos de jóvenes que empiezan», dictamina Francisco Álvaro, responsable de la fundación que la Junta ha puesto en marcha para monitorizar todas las acciones de apoyo a las nuevas empresas. «El mejor consejo es la humildad, saber aceptar los consejos y, en particular, admitir que hay mucho que no sabemos», añade Javier Pezonaga, colaborador de la Escuela de Negocios EOI y ponente que abordó las razones de la actual coyuntura y desgranó consejos para el futuro. De hecho, aclaró que «cualquier medida que se tome habrá que adoptarla pensando en el momento en que se saldrá de esta situación y no tanto en el día a día; hay que estar preparados para el instante en que todo acabe, puesto que las más preparadas entonces serán las que acumularán éxitos a partir de ese momento», advirtió. Al otro lado del atril, le escuchaba el centenar de empresarios; algunos tomaban notas; la mayoría pensaba en cómo iba a abordar su mesa redonda y su intervención: de ella puede depender la supervivencia.

Fuente : " La Voz Digital "