El Presidente de la Confederación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios, Patricio Rodríguez-Carmona (Madrid, 1970), creó su empresa de corbatas, al poco de salir de la Facultad de Derecho de la Complutense con su título bajo el brazo. Cuando tan sólo contaba con 23 años, fundó con varios socios The Tie Gallery, la primera cadena española de venta de corbatas y complementos para hombre y mujer, que fue galardonada un año más tarde por la revista Actualidad Económica como una de las mejores 100 ideas empresariales del año, tanto por su filosofía empresarial como social. En 1995 recibió de la Asociación de Jóvenes Empresarios el premio a la Mejor idea empresarial.Hoy en día, esta empresa es una de las cadenas con más implantación en el mercado nacional con nueve tiendas en las comunidades de Madrid, Bilbao, Córdoba, Sevilla y Valencia. Consciente de sus nuevas responsabilidades, emprendedor y solidario, Rodríguez-Carmona es también vicepresidente de CEIM-CEOE, vocal del Pleno de la Cámara de Comercio e Industria de Madid, vicesecretario general de la asociación de comercio textil de la capital (ACOTEX), y miembro de la Comisión Ejecutiva de la Confederación de Empresas de Comercio Minorista, Autónomos y de Servicios de la comunidad (CECOMA).
-¿Qué impacto puede tener la crisis financiera de EE. UU. en España?
Son momentos de grandes turbulencias. Todo el mundo da por hecho que en España no habrá problemas. Lo que se va a acabar es la época de dinero fácil. No va a repetirse que una empresa de 100 millones compre otra de 3.000.
-Es decir, las pymes lo van a tener más crudo a la hora de conseguir créditos...
Efectivamente, a las pequeñas y medianas empresas les va a afectar porque los bancos no van a ser tan generosos a la hora de concederles dinero. Se acabó la época dorada de los créditos. Los avales se van a restringir, lo cual no tiene porque ser negativo. Tener empresas saneadas es positivo.
-¿Cuáles son las trabas más importantes con las que se encuentra el emprendedor?
Hay muchas. Las administrativas son, por ejemplo, un 'handicap' importante, aunque es inconcebible que alguien renuncie a tener una empresa porque tiene que rellenar demasiados papeles. La ventanilla única ayuda porque puedes entregar todos los documentos en un mismo sitio, aunque no es la panacea.
-¿Falta espíritu emprendedor?
Muchísimo. Somos, con diferencia, uno de los países europeos con la tasa de emprendedores más baja y estamos a años luz, por ejemplo, de Estados Unidos.
-Recientes encuestas reflejan que la mayoría de jóvenes españoles aspiran a trabajar en una gran compañías en la Administración, ¿qué está fallando?
Debemos remontarnos al principio. El fallo está ya en la formación, en las aulas. Se debe desmitificar el tema del trabajo seguro porque en estos tiempos que corren ya no tiene ningún sentido.
-¿Cómo se puede fomentar ese cambio? Las empresas de recolocación confirman que en España hay una visión muy catastrofista del despido y somos uno de los países más reticentes a la movilidad interna.
Eso es cierto. La razón de fondo es el miedo a asumir riesgos. Muchas veces el 'handicap' empieza por tu propia familia, que no te apoya lo suficiente cuando tienes un proyecto nuevo para desarrollar. El miedo a fracasar también te frena a la hora de cambiar de empleo o de aceptar nuevos destinos. Hoy en día decir 'no' por temor a no salir adelante es en cierto modo fracasar, porque la empresa que dice 'no' a cambios o nuevas situaciones y es poco flexible morirá con el paso del tiempo. Es importante que cuando estás en periodo de formación te enseñen a gestionar una empresa. Que te proporcionen las premisas para que tú puedas sacar a flote tu negocio. Grandes universidades como la de Harvard invierten el 70% de sus recursos en fomentar el espíritu emprendedor, mientras que en otras escuelas de nuestro país de primer nivel ese porcentaje es inferior al 30%.
-¿Qué parte de culpa tiene la Administración?
La Administración debería tener un papel más activo y ayudar más a la creación de empresas. Pese a ello, se ha de reconocer que en los últimos años han hecho un esfuerzo importante con nuevas líneas de apoyo, microcréditos, avales...
-¿Y las sociedades de capital riesgo? ¿Están más preocupadas por apoyar a las grandes compañías que a los proyectos de las pymes?
Hay que diferenciar entre las de capital riesgo privadas y las públicas. Las primeras no apoyan ninguna operación que esté por debajo de los 4 ó 5 millones de euros. Hasta cierto punto es comprensible porque son privadas. Sin embargo, las públicas siguen entrando en operaciones de esta misma cuantía y eso ya no se entiende. El capital riesgo público debería entrar en las empresas pequeñas y las microempresas. Estas sociedades te ayudan a profesionalizar tu empresa.
-El hecho de que no haya un único marco legislativo para todas las comunidades ¿afecta a la hora de que nazcan nuevas empresas?
Por supuesto. Hay un 'cacao' legislativo brutal y eso no ayuda en absoluto. Lo lógico y óptimo sería que todas las comunidades tuvieran el mismo marco legal y administrativo, que jugaran con las mismas reglas del juego.
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